Un empleado de una tienda de ramen en la localidad de Sannohe, en la prefectura de Aomori, Japón, resultó lesionado tras ser atacado por un oso la madrugada del 9 de noviembre a eso de las 5 de la mañana cuando el trabajador salió a la parte trasera del establecimiento para abrir una válvula de gas y fue sorprendido por el animal.
De acuerdo con el propio afectado, en un principio pensó que se trataba de un perro por una silueta oscura en movimiento, pero al acercarse el animal lo atacó con las garras y le provocó una herida en el rostro, cerca del ojo derecho.
El hombre intentó defenderse con golpes, sin obtener resultado, por lo que recurrió a una maniobra similar a un movimiento de judo, con la que logró derribar al oso, que posteriormente huyó hacia una zona montañosa cercana.
Tras la agresión, el trabajador presentó una laceración con sangrado abundante y dolor en el costado, por lo que recibió atención médica y suturas. El caso formó parte de una serie de ataques registrados ese mismo día en distintas prefecturas, con al menos cinco personas lesionadas por encuentros con osos.
Autoridades japonesas han reportado un incremento de estos incidentes debido a factores como la reducción de alimentos naturales, la disminución de población en zonas rurales y la presencia de osos en áreas habitadas. En respuesta, se han implementado acciones como cercas eléctricas, campañas de información y autorizaciones para intervención directa en casos de riesgo.
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