Las conversaciones entre Rusia y Ucrania, realizadas esta semana en Estambul, concluyeron sin un acuerdo de alto al fuego a pesar de que ambas partes acudieron con delegaciones oficiales, no hubo avances sustanciales para poner fin al conflicto armado que inició en 2022.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró que estaba dispuesto a sostener una reunión directa con su homólogo ruso, Vladimir Putin, pero que este último canceló su participación.
Según Zelenski, “había una posibilidad real de avanzar si Rusia hubiera aceptado dialogar directamente”.
Durante el encuentro, que tuvo lugar en el palacio Dolmabahce, se acordó el intercambio de mil prisioneros.
Las partes también mencionaron la posibilidad de nuevas conversaciones, así como de un eventual encuentro entre ambos presidentes, no obstante, representantes ucranianos calificaron como “inaceptables” las peticiones territoriales de Rusia.
El negociador ruso Vladímir Medinski tras declarar estar dispuesto a continuar los contactos, indicó que Moscú buscaba retomar los diálogos suspendidos desde 2022, aunque Ucrania afirmó que las exigencias actuales “superan lo acordado previamente y no se ajustan al contexto actual del conflicto”.
Zelenski se reunió con líderes de Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia en Albania en un encuentro donde pidió una respuesta firme ante “el estancamiento de las negociaciones”.
El presidente francés Emmanuel Macron señaló que Rusia “no muestra intención de concluir el conflicto” y consideró necesario “aumentar la presión internacional”.
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