Un juez federal sentenció a 292 y 286 años de prisión a 3 personas que fueron encontradas penalmente responsables de los delitos de delincuencia organizada y secuestro exprés de migrantes con la finalidad de ejecutar el delito de extorsión.
En mayo de 2018, elementos de la Policía Federal Ministerial ejecutaron una orden de aprehensión por reclusión contra María del Rocío Sotelo Govea; Said González Sotelo y/o Said Alexander González Lagos, y Roberto Villegas Rodríguez.
Después fueron puestos a disposición del órgano jurisdiccional al interior del Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Cuautitlán, Estado de México, donde se encontraban presos por causas distintas a este caso.
La Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) de la Fiscalía General de la República, los acusó de pertenecer a un grupo delictivo que opera en el Estado de México e Hidalgo, dedicado al secuestro exprés de migrantes, esto con la finalidad de extorsionar con diversas cantidades de dinero a sus familiares en sus países de origen y en los Estados Unidos para que pudieran seguir su camino.
En días pasados, y tras diversos procedimientos el juez Décimo Cuarto de Distrito en el Estado de México sentenció a 292 años de cárcel a María del Rocío y le impuso multa de 2 millones 805 mil pesos; en tanto que a Said González y Roberto Villegas a 286 años de prisión y multa de 2 millones 61 mil pesos a cada uno.
La sentenciada cumple su pena en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social Nezahualcóyotl; mientras que las otras dos personas permanecen en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social Otumba Tepachico, de la misma entidad.
María del Rocío Sotelo Govea, Roberto Rodríguez Villegas y otra mujer identificada como Nancy Pérez López, también integrante de la organización, fueron sentenciadas a 70 años de cárcel en julio de 2019, debido al secuestro de nueve migrantes centroamericanos en el municipio de Huehuetoca.
El caso data del año 2015, cuando las víctimas fueron rescatadas de un inmueble que aparentaba ser un centro de rehabilitación de en la calle Emiliano Zapata, del Barrio San Bartolo. Los integrantes de la organización engañaban a las víctimas con ayudarlos a cruzar a Estados Unidos, pero una vez que lograban convencerlos los trasladaban a dicho inmueble en donde los mantenían cautivos y exigían a sus familias pagar para librarlos.
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