Rusia ha dado un paso determinante tras el trágico atentado en una sala de conciertos cerca de Moscú, con el anuncio de la detención de los cuatro presuntos responsables de la masacre. El presidente Vladimir Putin ha prometido una búsqueda exhaustiva y castigo para todos los implicados en este atroz acto.
El grupo islamista Estado Islámico ha reclamado la responsabilidad del atentado, aunque las autoridades rusas están investigando posibles vínculos con Ucrania. Sin embargo, las autoridades ucranianas han negado rotundamente cualquier conexión con el suceso.
El gobernador regional de Moscú, Andrei Vorobyov, informó que en un lapso de 24 horas se recuperaron 133 cuerpos entre los escombros, mientras que 107 personas luchan por sus vidas en hospitales locales.
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