Por el futbol mexicano han desfilado un sinfín de jugadores argentinos que en la mayoría de ocasiones se caracterizan por su entrega y garra en el campo. En esa infinita lista destaca el nombre de Federico Lussenhoff, defensor central que pasó por Toros Neza y Cruz Azul, y que supo sustituir la falta de técnica con su fuerte personalidad y profesionalismo.
Federico Guillermo Lussenhoff nació el 14 de enero de 1974 en Venado Tuerto, ciudad ubicada en la Provincia de Santa Fe al suroeste de Argentina. En su adolescencia tuvo que trasladarse a Buenos Aires, ya que formó parte de las inferiores de River Plate, pero sería Rosario Central el equipo que le brindaría la oportunidad de debutar como profesional.
Fue en 1992 cuando el aguerrido zaguero dio el salto al primer equipo del Canalla y desde ese momento demostró que estaba listo para dejar huella a nivel local y en el extranjero. Durante su etapa en Rosario Central fue pieza clave para conquistar el título de la extinta Copa CONMEBOl de 1995, misma en la que superaron a Atlético Mineiro en una épica final a ida y vuelta.
Gracias a sus actuaciones con el conjunto rosarino, Toros Neza se interesó en los servicios de Lussenhoff, quien arribó al futbol mexicano para el Torneo de Invierno 1996. En poco tiempo logró convertirse en uno de los líderes del equipo dirigido por Enrique Meza, el cual logró enamorar a miles de aficionados de todo el país.
La consagración del ‘Káiser’ llegaría una campaña más tarde junto a figuras como Pablo Larios, Miguel Herrera, Rodrigo Ruiz, Germán Arangio y Antonio Mohamed. Aquellos Toros Neza culminaron como terceros de la tabla general y gracias a su juego vistoso se encargaron de eliminar a Pumas en cuartos de final y al histórico Necaxa de los 90 en semifinales.
Chivas sería el último escalón en la búsqueda del título, pero contra todo pronóstico el equipo de Enrique Meza fue humillado en la vuelta con una escandalosa derrota de 6-1. La final del Verano 1997 culminó con marcador global de 7-2 y a pesar de que Toros Neza no pudo llevar el trofeo a sus vitrinas, siempre será recordado como uno de los campeones sin corona del balompié azteca.
El ‘Káiser’ ya era todo un veterano, pero volvió a demostrar que era un absoluto profesional en una aventura que tuvo dos años de duración con el cuadro cordobés. Federico Lussenhoff decidió ponerle punto final a su carrera en diciembre de 2009, ya que aceptó una propuesta para ser asesor deportivo del Xerez de España.
Aquel periodo fue breve, ya que a mediados de 2010 salió del retiro para jugar con el modesto Sportivo Rivadavia de su natal Venado Tuerto. El ‘Colorado’ se acercaba a los 40 años de edad, pero no fue impedimento para ayudar al equipo a lograr el ascenso al Torneo Federal B en 2012.
Una fuerte lesión fue la que obligó a Lussenhoff a despedirse de manera definitiva de las canchas y así dio comienzo a su nueva faceta ligada al balompié. Tuvo un ciclo como director técnico de Sportivo Rivadavia y posteriormente se dedicó a la formación de jóvenes talentos en dicha institución.
También formó parte del equipo senior de San Lorenzo y en algún momento probó suerte como analista en estaciones de radio de Córdoba. Actualmente con 49 años, Federico Lussenhoff es propietario de un complejo para la formación de futbolistas en Venado Tuerto y se desempeña como secretario técnico de Rosario Central.
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