Joel “N” fue localizado sin vida dentro de su propia celda en el Centro Penitenciario y de Re-inserción Social de Nezahualcóyotl donde se encontraba recluido por ser el principal sospechoso de la muerte del pequeño Carlos Antonio Castro ocurrida en Chimalhuacán, Estado de México.
El hombre había sido detenido por personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) junto a Dulce Mitzy “N”, madre de Carlitos, luego de que se localizara el cuerpo del niño de cinco años enterrado en uno de los cuartos de la vivienda que ambos habitaban.
La Secretaría de Seguridad, a través de la Subsecretaría de Control Penitenciario informó que Joel “N” fue hallado suspendido de uno de los barrotes de su celda y en el cuello tenía enredadas varias tiras de tela, que al parecer fueron confeccionadas con pedazos de su propio pantalón.
Los hechos ocurrieron el domingo 13 de noviembre cuando un trabajador del CPRS repartía la cena para los internos y alrededor de las 17:50 horas se percató que Joel “N”aparentemente había atentado contra su vida.
Ante el hallazgo fue activado de inmediato el Código Blanco por lo que acudió el médico de guardia, quien confirmó que el interno no presentaba signos vitales.
“Acorde al protocolo, el Centro Penitenciario dio parte al Ministerio Público; en tanto, la dependencia dará las facilidades pertinentes para el esclarecimiento del caso”, informaron a través de una ficha.
Según indagatorias Dulce “N”, madre de Carlitos sostenía una relación sentimental con Joel “N” y vivían juntos en un domicilio ubicado en la parte alta del Barrio Xochiaca. Su madre Dulce Mitzy “N”, de 22 años, lo reportó como desaparecido el 9 de noviembre en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), la mujer aseguró que personas desconocidas a bordo de un vehículo se lo habían arrebatado de los brazos en calles de la colonia Xochiaca en esta misma localidad.
Días después fue localizado sin vida en su domicilio ubicado en el municipio de Chimalhuacán, donde aparentemente vivía con los detenidos.
De acuerdo con las primeras investigaciones el menor falleció de manera violenta, su padrastro lo habría goleado y al ver que no reaccionaba Dulce y Joel le habrían dado descargas eléctricas con unos cables de luz para reanimarlo.
“Nos refieren que el menor se encontraba tirado sin signos vitales, por lo que al tratar de reanimarlo le colocan alcohol en el pecho, convulsionado el menor, ambos padres le colocan cables de suministro eléctrico en el pecho”, indicaron primeros respondientes el día del hallazgo.
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