De manera general, las lesiones autoinfligidas intencionalmente se ubican como la décimo cuarta causa de muerte en la entidad.

Se registraron 1,114 suicidios durante la pandemia en Edomex

Durante los 2 primeros años de la pandemia de covid-19 en el Estado de México se registraron 1,774 suicidios, la mayoría de ellos en población joven.

Los datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) refieren que en el Estado de México, durante la pandemia de covid-19, en el Estado de México ocurrieron 1,774 suicidios, lo que se traduce en un promedio de dos suicidios diariamente.

Los datos muestran que previo a la pandemia de covid-19, particularmente en el año 2019 se reportaron 715 defunciones por esta causa, de las cuales 553 fueron de hombres y 162 de mujeres.

En 2020, año que se caracterizó por el inicio de la emergencia sanitaria derivada del covid-19, en la entidad se contabilizaron 832 casos de suicidio, 648 en hombres y 184 en mujeres, es decir, este tipo de hechos se incrementaron en 16.3 por ciento, en comparación con 2019, con una diferencia de 117 defunciones más.

Para el año 2021, de acuerdo con los datos de mortalidad del Inegi, se continuó con la tendencia de incremento en el número de suicidios, sumando 942 casos, 732 en hombres y 210 en mujeres, si se compara con las cifras de 2020 se dio un aumento de 13.2 por ciento, con una diferencia de 110 defunciones más.

De manera general, las lesiones autoinfligidas intencionalmente se ubican como la décimo cuarta causa de muerte en la entidad, incluso por arriba de enfermedades como la desnutrición y otras deficiencias nutricionales, la obesidad, trastornos del metabolismo, bronquitis crónica y la no especificada, enfisema y asma o la enfermedad por Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

Hasta hace una década, el mayor número de casos se registraba en mayores de 60 años; sin embargo, durante los últimos años, el grupo de mayor riesgo son las y los jóvenes menores de 30 años, en donde se concentran los mayores casos.

Los factores de riesgo son muy variados, pero entre ellos destaca el haber sido víctima de abuso o acoso sexual, de violencia física o psicológica, la estigmatización de las personas con ideas suicidas o con problemas de salud mental que acuden a servicios médicos a buscar ayuda y la socialización, difusión y sensacionalismo de suicidios en los medios de comunicación o en redes sociales, señala María Elizabeth de los Ríos Uriarte, profesora e investigadora de la Facultad de Bioética de nuestra Universidad Anáhuac México, en uno de sus artículos publicados.

Estos factores, añade, encuentran su máxima influencia en personas cuya vulnerabilidad se ve en crecimiento por la falta de relaciones sólidas, de un sistema de creencias y valores personales o carencia de estrategias de afrontamiento positivas.

“El suicidio no es un acto irracional o instantáneo, generalmente conlleva un plan previo donde la persona valoró las opciones frente a su desesperación, por lo que las llamadas de auxilio o los signos de ideación suicida o bien de intento suicida deben ser prontamente atendidos y no minusvalorados, pues en ellos se encuentra la posibilidad de actuar con eficacia en la prevención del suicidio”, se lee en el artículo.

Los estigmas sociales o prejuicios solo aumentan las posibilidades de cometer el acto, por lo que, más allá de juzgar, de lo que se trata es de acoger, concluye.

En el Estado de México, la línea 800 900 3200 cuenta con especialistas en distintas áreas, quienes están capacitados para ofrecer un acompañamiento profesional ante estas crisis.

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